Sipnosis

Roland es un chico americano que le gusta descubrirlo todo, saberlo todo...es como el perfecto detective. Pero, lo que no puede resistir es el misterio de Anne Fyckovic, una hermosa chica pero también siniestra. Cuando Roland descubra el secreto no podrá evitar caer rendido a los pies de Anne.

jueves, 30 de junio de 2011

Capítulo 5

Miré el reloj, el tren hacia Brooklyn...Parecía que se retrasaba. La verdad es que no debía retrasarse hoy, es sábado y la gente va a Brooklyn para hacer unas compras. En la estación había un montón de gente esperando impacientes al tren. Miré alrededor y vi a Enma Blaufuchs que estaba mirando un libro de crímenes que parecía interesante. Solamente la veía en clase de Psicología por lo que decidí acercarme.

-Hola, Enma.-la saludé amigablemente.

Enma cerró rápidamente el libro y me miró con sus ojos azules.

-¿Qué haces aquí?-preguntó nerviosa con acento inglés.

-Voy a Brooklyn, a visitar a unos familiares.-sonreí.- ¿Y tú?

-Ahora cogeré el tren para Brooklyn y después el ferry para ir a Mahattan.

-¿Por qué vas a Mahattan?

-Tengo una cita importante.-dijo mientras se apartaba el pelo.

-Buena suerte.-le sonreí.

Me alejé unos metros mientras esperaba al tren. Miré hacia la dirección de Enma, pero se había ido.

-Puedo cancelar mi cita.-dijo la voz de Enma.

Me giré y casi me muero del susto al ver a Enma delante mía. ¿Cómo diablos había hecho eso?

-Siento haberte asustado.-dijo.-¿Podría acompañarte a Brooklyn?

-Pero es que yo voy a un sitio en concreto, para un artículo del instituto.-dije para que Enma me dejase en paz.

-Podría ayudarte, se me da bien los misterios.-dijo levantándo el libro.

¿Es que todas las personas que conocía sabían algo sobre averiguar misterios? Lisse, mi hermano...¿Por qué no se dedicaban a chatear por el Facebook como las personas normales? Enma me miró esperando una respuesta a su propuesta.

-Si te sirve de consuelo...-empezó.-...No molesto, no hago ruido y no formulo preguntas.

La miré de reojo, cuando alguien me miraba con sus ojos de cachorrito (como lo hacía ahora Enma) me derretía como el hielo. El tren vino lentamente y paró. Se abrieron las puertas y la gente empezó a salir y a entrar. Asentí con la cabeza y Enma sonrió, entonces entramos en el tren. Por suerte pudimos sentarnos, y digo por suerte porque no suele haber muchos sitios en los trenes. Enma guardó su libro en su bandolera y ha apagó su móvil.

-¿No deberías avisar a quién ibas a acompañar a la cita?-pregunté.

-Iba sola.-dijo rápidamente.

-¿Sola por Mahattan?-pregunté extrañdo.

-¿La investigación gira alrededor de alguien especial?-preguntó cambiando de tema.

-Anne Fyckovic.-dije.- No se lo digas a nadie por favor.

-De acuerdo.-sonrió.- Soy como una tumba.

-Bien, espero que no tengas miedo.-dije sonriendo pícaramente.- Vamos a Brigthon Beach.

-El barrio donde hay unos cuantos ucranianos además de otros grupos étnicos como rusos, turcos, armenios, polacos y georgianos. Hay unos cuantos afroamericanos e italo-americanos. Hay un sitio étnico similar a Chinatown de Mahattan. La avenida de Brigthon Beach está repleta de tiendas, centro comerciales etc. Y hay una playa, lo que produce que en vacaciones sea un destino turístico. No debería de tener miedo.-dijo Enma tranquila.- Es posible que haya mafias, pero lo dudo...No es un sitio muy conflictivo que digamos.

-Para haber venido hace poco sabes bastante de ese barrio.-dije enarcando una ceja.

Enma me miró y se quedó de piedra. Creo que sabía cosas de ese sitio por algo en particular...pero ¿el qué?

-Tengo familia allí.-dijo rápidamente.

-¿En serio?-pregunté listo para mi interrogatorio.

-¿En serio qué?-preguntó Enma extrañada.

Primera táctica: Confundir a tu presa. Me la había jugado porque estaba extrañado.

-¿Cómo sabes tanto de ese barrio?-volví a preguntar.- Y no me creo que tengas familiares allí.

-Sobre...¿qué barrio?-preguntó haciendose la tonta.

Segunda táctica: Hacerse el tonto. Me la estaba jugando, aunque yo sabía que su familia no vivía en Brooklyn porque lo miré en su expediente.

-¿Me estas vacilando?-pregunté serio.

-¿Vacilarte para que te olvides del tema?-preguntó Enma con picardía.- Es posible.

Tercera táctica: Atacar a los más fuertes.

-Eso no está bien, no puedes vacilarme ni chulearme.-dije recriminándola.

-Tampoco sonsacarme información.-contestó rápidamente Enma.

Cuarta táctica: Puñalada por la espalda. Enma estaba haciendo mis pasos y si no la detenía iba a quedar ridículo.

-Creo, Sr. Carter, que no debería ser tan cotilla.-dijo Enma sonriendo dulcemente.

Quinta táctica: Rematar. Me quedé alucinado, ella me había evitado como yo había evitado a los buitres de mis compañeros. Increíble, realmente increíble.

-¿Cómo lo has hecho?-pregunté ensimismado.

-Es posible que Lisse y tú no seais los únicos que se atrevan a participar en misterios.-dijo Enma sonriendo.- Hablando de Lisse, pareceís muy buenos amigos.

-Si a "buenos amigos" te refieres a que me grita cada dos por tres y que soy como sus subordinado entonces sí, es eso.-dije.

-Lisse es una chica interesante.-ese "interesante" sonó muy siniestro.- Es una chica que se conoce todos tus secretos y por eso es interesante. Aunque ardo en deseos de saber más de Anne.-me miró.- También te llevas bien con ella ¿verdad? ¿Es posible que las mujeres se acerquen a ti por tu atractivo?

-Por eso o porque soy una persona humilde, nada bromista y no soy cotilla.-bromeé.- Pero, si tanto dices sobre eso es porque tal vez sepas más que yo.

-Yo sé cosas, tú sabes otras.-dijo Enma en un tono misterioso.- Me he enterado de que lees los archivos del instituto, ¿sabes que podrían expulsarte o algo peor por eso?

-Más bien podrían pasarme a otro instituto o denunciarme. Después de todo violo la ley de privacidad del alumno.-sonreí.- Ahora es el momento para que me digas que no debería hacer eso y que dejase los misterios a otras personas.

-Eres un entrometido, pero eres muy observador.-dijo.- Eres necesario, por ahora.

-¿Necesario? ¿Para qué?

El tren se paró y estábamos en la estacion de la avenida de Brigthon Beach. Bajamos y salimos de la estación. Miré a Enma, parecía que ésta lo observaba todo con detenimiento. Enma empezó a oler el aire, como si fuese un perro.

-¿Ahora eres un chucho sarnoso?-pregunté.

-¿No hueles eso?-preguntó sorprendida.- Apesta a Anne.

-¿A qué huele Anne?-pregunté curioso.

-A Channel número 5.-dijo con sarcasmo.- ¿Sabes que hay algo que se llama nariz?

-Yo solo me guío por la vista, el tacto y el oído.-dije serio.- Soy alguien que no tiene la capacidad para identificar los olores.

-Entiendo.-dijo Enma seria.- Entonces, sígueme.

Empecé a seguirla, íbamos por los barrios de mala muerte que habían. Todos nos miraban con mala leche pero Enma los ignoraba. Enma se quedó parada ante un edificio que parecía un hotel de lo alto que era. Me di cuenta de que esto no parecía Brigthon Beach, ni por asomo. El edificio parecía bastante antiguo, tenía los ladrillo de piedra y el tejado era de un color negro. Parecía el castillo de Drácula versión moderna. Miré a mi alrededor y me di cuenta de que no había ningún árbol, ninguna flor, nada de vejetación...Y si lo había estaba marchito o seco.

-Te diré a qué huele Anne.-me dijo Enma.- Huele a muerto.


miércoles, 22 de junio de 2011

Capítulo 4.

Observaba el libro de bología con detenimiento. Estaba en el jardín del instituto, estaba lleno de árboles y rosales. Estaba sentado en el césped mientras me tomaba una manzana como almuerzo, Jim se sentó al lado mía y no estaba solo, porque Madeleine le acompañaba. Jim sacó su botella de agua y bebió un trago.

-¿Qué lees?-preguntó Jim.

-Nada importante.-cerré el libro bruscamente y mordí otra vez la manzana.- ¿Qué tal te va la vida?

Jim frunció el ceño, bromas como esas no le gustaban en absoluto. De vez en cuando le irrito imitándo a mi abuelo Frederic, y lo clavo.

-Me va fatal.-dijo tumbándose en el césped.- Madeleine ha sacado un 6 en Historia.

-¿Cuántas veces te he dicho que no te preocupes por mí?-preguntó Madeleine con su dulce y cantarina voz.- Puede ocuparme yo sola, no debes preocuparte por mí...Jim ha sacado, en ese examen, un 10. Hay que felicitarle.

-¿De qué me sirve que me feliciteís?-preguntó Jim.- Todos los años tengo en la nota una matrícula de honor. Además solo quiero que tengas buenas notas.

-Si quiero buenas notas solo tengo que esforzarme.-dijo Madeleine jugueteando con el pelo de Jim.

-Claro, pero tú tienes un problema con eso.-frunció el ceño.- Tú tienes memoria de pez.

-Pues tendré que solucionarlo yo sola, sin copiarme o sin que me pases los examenes.

Jim cruzó los brazos y miró enfadado hacia otro lado, como un niño pequeño. Metí el libro de biología en la cartera y mordí otra vez la manzana. Cerré los ojos durante unos momentos. Estaba pensado en el caso de Liam, sé que sonaba horrible que Nya la hubiese matado...pero todo era posible. Aunque, tenía ciertas dudas...¿Por qué le habría extraído la sangre? ¿Por diversión? Lo dudo...Tal vez me estuviese equivocando o tal vez Nya quería confundir un poco a todos. Abrí los ojos y vi a lo lejos a Nya que leía un libro de color granate...No podía leer bien las letras que habían...pero creo que ponían algo de Bram...¿Bram? Saqué mi móvil y enfoqué a Nya con la cámara, utilicé en zoom y pude ver que ponía: Dracula, de Bram Stoker. Curioso, a Nya le iba los libros de vampiros...Eso podría explicar lo de la sangre, tal vez era como una firma. Sonó mi móvil y me dí cuenta de que tenía un mensaje: Zorro azul. Lo abrí y me salió una foto de Jeremiah Walton, el capitán de fútbol américano...el chico popular que no para de ligarse a toda chica que se meta por su camino. ¿Qué significaba esta foto? Bajé un poco para leer más del mensaje y vi una foto de Jeremiah en el suelo con la cara destrozada y ninguna gota de sangre. ¿Estaba muerto? Increíble, parecía que nadie se daba cuenta. Le envié un mensaje a Zorro azul de si era aunténtica la foto, Zorro azul me mandó un mensaje.

Se acaba de encontrar el cuerpo de Jeremiah en Brooklyn, lejos de su casa en Queens.

Zorro azul

La noticia era reciente, ¿cómo se enteraba de eso Zorro azul? Tal vez fuese periodista o pertenecía a la policía. Zorro azul me había asombrado en su manera de darme información necesaria en todo momento, y no cualquier información sino información de calidad. Zorro azul era como mis ojos en el cogote. Y eso era de agradecer. Madeleine vio mi cara, se acercó un poco y vio la foto de Jeremiah. Su reacción fue solo como si no estuviese sorprendida. Algo que me extrañó bastante, Zorro azul me envió un nuevo mensaje:

Jeremiah, por lo visto, fue el último cliente de Liam Xi y según los rumores él era alumno de Nya en clases de apoyo.

Miré de nuevo a lo lejos a Nya, estaba tranquila leyendo su libro de Bram Stoker. Ahora tenía toda la pinta de ser mi sospechosa número uno.

-No es posible que Nya sea la asesina.-dijo Madeleine.-Es demasiado buena.

-No existe las personas buenas.-me levanté.

-No es ella.-frunció el ceño.

-¿Por qué estás tan segura?

Madeleine se calló y yo me dirigí a Nya. Lo imposible es cómo había desplazado los cuerpos...o tal vez los seguía y después los mataba. Brooklyn y Mahattan, se supone que todos somos de Queens y esos sitios están bastante alejados. Aunque, ahora que lo pienso...Anne se extrañó de que yo viviera en Queens...o es tonta o ella no vive en Queens. Me paré en seco y le envié a Zorro azul un mensaje urgente.

¿Sabes dónde vive Anne Fyckovic?

Esperé un tiempo y Zorro azul me envió un mensaje en seguida.

Brooklyn, ella vive en Brooklyn. Cerca de Brighton Beach.

Yo vivo en Queens, específicamente en Forest Hills. ¿Cómo se suponía que iba a ir de Forest Hills a Brigthon Beach que está lejos? Se lo pregunté a Zorro azul y éste me contestó:

Pide a tus padres permiso para el fin de semana que te quedes en Brooklyn todo el día y vas en tren.

Suspiré al saber la respuesta de Zorro azul, bien tenía que ir en tren...Odio el tren...Pero, bueno no me quedaba otra si quería hablar con Anne. Ahora bien, ¿no podía Anne vivir más cerca? No, claro que no...tenía que irse a Brooklyn, claro a Brooklyn que está lejísimos. ¿Por qué no te fuiste a Mahattan para irte más lejos?

Capítulo 3

Estaba apoyado en una pared blanca del instituto, no había nadie por los pasillos. Si un profesor de guardia me pillaba me iba a ganar una bronca, pero me daba igual. Nunca hago caso a los profesores, si me meto en los archivos del instituto también me atrevo a ser expulsado. Es más, me expulsaría a mí mismo. Una de las razones era por leer los archivos, otra porque en ocasiones de urgencia (para mí) enciendo la alarma anti-incendios y porque, en algunas ocasiones, entraba al instituto con una llave maestra. Sino hiciese eso  tal vez sería el "mayor ejemplo del instituto", pero me gusta hacer ese tipo de cosas...Pocas veces me han pillado, me ha pillado sobre todo con lo de la alarma anti-incendios pero nada más. Cuando entro al instituto por las noches, mi hermano piratea las cámaras. Pero, ahora no me dirigía a encender la alarma o a entrar en una clase en secreto...Estaba esperando a alguien Nya Xi. Nya Xi es una superdotada para su juventud, apenas hay datos en sus archivos pero se dice que ella es tan trabajadora porque no quería rebajarse a su hermana Lian, creo que ella quería ser popular y que, por eso, decidió matarla. Pero, ¿por qué quería ser popular? Sonó de pronto la alarma del instituto y se abrieron todas las puertas. Empezaron a salir gente que hablaba sin parar e iban de un lado para otro, la última en salir fue una chica bajita, de piel dorada, ojos marrones rasgados y pelo negro. Tenía una indumentaria sobria en tonos azules claros, no llamaba mucho la atención. La chica que se tropezó conmigo porque ella miraba un libro de texto mientras caminaba, cuando se tropezón conmigo me miró con sus gafas redondas y grandes.

-¿Nya Xi?-pregunté.

-Sí.-dijo con una voz baja y frágil.- ¿Qué quiere?

-Soy Roland Carter, voy a unos cursos más elevados que tú.-dije serio.- ¿Le podría hacer unas preguntas?

-¿Qué tipo de preguntas?-preguntó Nya caminando.

-Sobre el asesinato de su hermana gemela, Liam.-la alcancé mientras hablaba.

-¿Liam? ¿Por qué le interesa eso? Ya hace 5 meses de su muerte y no han encontrado nada.-dijo molesta.- ¿Era usted uno de sus clientes?

-No, claro que no.-dije.- Trabajo para el periódico del instituto y me gustaría saber por qué estaba Liam en Chinatown, está bastante lejos...¿verdad?

-Tal vez fue a ver a algún "amigo".-dijo sin mostrar interés alguno.

-¿Mantenían una relación fraternal buena?

-No, no nos llevabamos bien.-me miró.- Yo soy como la inferior de las gemelas...Soy cerrada e impopular, ella llamaba mucho la atención y eso a mí me avergonzaba.

-Eran muy diferentes.

-Exacto.-Nya se paró.-¿Ya a terminado el interrogatorio? Tengo clase en esta aula.

-Sí, ha terminado.-sonreí.- Hasta luego.

Nya frunció el ceño y entró en clase. Todavía había un vaivén continuo de alumnos en el pasillo. Fui a mi taquilla y me esperaba Lisse con el ceño fruncido y con los brazos cruzados. Abrí la taquilla sin mirarla y busqué mis libros para mi siguiente clase.

-¿Pasas de mí o qué?-preguntó Lisse furiosa.

-No, no paso de ti.-dije buscando los libros.- Solo te evito, pasar sería que encontrarte por todas partes y no te hablara. Pero, si me escondo no paso de ti, te evito.

-Bueno eso.-me miró furiosa.- ¿Y bien?

-Y bien...¿qué?-puse el libro de geografía en la cartera.- Dame una pista por lo menos.

-¿Me estás tomando el pelo?

-Pues claro que sí, Sra Simpatía.-sonreí al decir esa última palabra.- No, no tengo nada de Anne. Además creo que pasa de mí.

-O te evita.

-No, pasa de mí.-cerré la taquilla de un golpe.- Aunque creo que ella quiere sonsacarme algo y no sé el qué.

-¿Sonsacarte algo? Ya se puede ir rindiéndose, es imposible sonsacarte algo a la fuerza.

-Claro.-sonreí pícaramente.- Soy tan atractivo que no me sonsacan algo porque se entretienen mirando mi cara.

-No, eres demasiado...-pensó detenidamente.-...¡Ah, sí! Eres demasiado repelente.

-Solo soy repelente contigo.-sonreí.- Adivina qué.

-Dime.

-Tengo un asesinato.

-¿A quién has asesinado?

-No, ya sabes que soy demasiado bueno para matar a alguien.- Lisse negó con la cabeza.- El asesinato era de la popular "prostituta" de este insti, ¿te acuerdas?

-Sí, Liam.-Lisse frunció el ceño.- Se tiró a mi novio, la muy...

-Insultos a los muertos no, por favor.-sonreí.- Como seguía diciendo, creo que tengo al asesino.

-¿Quién? Todas las chicas, que no fuesen lesbianas, querían matarla.

-Pienso que podría ser su hermana gemela Nya.

-¿La fracasada?

-Esa misma.

-Bueno, no es descartable pero es un poco...

-Cruel, espantoso, traicionero...

-Eso, traicionero.-suspiró.- Odio a mi hermana mayor de 30 años pero no sería capaz de matarla.

-Lo mismo digo, pero creo que hay un facto sorpresa.-me dispuse a caminar.- Creo que Liam se acostó con un tío y ese tío era el amor platónico de Nya.

-Es posible. Pero, después de todo ha sido ese "tío" el que lo ha solícitado no Liam.

-¿Tú matarías a ambos?

-Sí, pienso que sí.-miró para otro lado.- ¿Es posible que Nya fuese a por ese "tío"?

-Sí, es muy posible-la miré.- Después de todo piensas como los criminales. El asesinato de hace poco te pidieron ayuda...por qué será...

-Mi padre es comisario, ya lo sabes.-frunció de nuevo el ceño.- Más bien es que tú lo sabes todo. A veces nos preguntas nuestros nombres, pero creo que es para jugar con nosotros.

-Bingo.

Me paré en frente de la clase de psicología y me despedí de Lisse. Mis despediadas con Lisse siempre producían que Lisse se cabreara. Esta vez le tiré un papel arrugado que me encontré en el suelo. Lisse iba hacia mí, cuando cerré la puerta bruscamente. La clase de psicología era como una consulta de un psicólogo. Las paredes eran de color sepia un poco descoloridas, el parqué tenía un brillo que te cegaban un poco, los muebles eran de roble...La decoración era sencilla, una lámpara de color beige y el certificado del Sr. Hitme que se había sacado el curso de psicología y bla, bla, bla... En clase erámos solo 4 personas, contándome a mí. Me senté al lado del único chico (aparte de mí) en la clase, Gregory. Gregory Stewart era el típico buen estudiante misterioso y que daba miedo. Era alto, grande (como un gorila), pelo negro oscuro y ojos marrones oscuros. Nadie se metía con él y saltaba a la vista por qué. Aunque no era para tanto, porque no tenía antecedentes y, secretamente, le había pillado jugando con unos niños en un orfanato. Al lado nuestra estaban las chicas: Anne y Enma. Ésta última era alemana, Enma Blaufuchs era un poco una contradicción. Cuando me enteré que iba a tener una compañera alemana, me esperaba un chica con trenzas rubias, alta y gruesa. Pero, me llevé un fiasco porque Enma tenía el pelo suelto de color negro, piel pálida, bajita, delgada y los ojos de color azul como el mar. Más bien parece británica que alemana, porque además pronuncia un inglés británico perfecto. Entró de pronto el Sr. Hitme, como el nombre inglés traduce...Él debería llamarse el Sr. Golpéame. Creo que una vez, alguien le dio un puñetazo, le expulsaron claro está. Pero, eso produjo unas risas alborotadas de los compañeros, por mi parte no. El Sr. Hitme era un hombre delgaducho, bajito, gafas del año catapúm, calvo con un poco de pelo blanco y con ropa del siglo pasado. El tío no paraba de "golpearnos" con palabras, comparaciones, repeticiones...Alguna que otra vez he estado a punto de dormirme, pero no lo he hecho porque se supone que si quiero ser forense tengo que saber sobre psicología. Psicología = Pelmazo, y todo el mundo lo sabe. Puso su cartera en su mesa y sacó su regla de madera.

-Bien, estudiantes.-dijo ajustándose sus gafas.-Hoy vamos a dar el tema de la agresividad.

Enma levantó la mano y parecía confusa ante aquel tema.

-¿Sí, Blaufuchs?-preguntó señalándo con la regla a Enma.

-Creía que ese tema era de biología no de psicología.

-No, también se admite a la psicología. Aunque es cierto que cuando hablamos de agresividad nos viene de un animal agresivo.-tragó saliva.- Aunque el ser humano es un animal, después de todo.

El Sr. Hitme apuntó algo en la pizarra: Causas de agresividad.

-Decidme alguna causa de agresividad.-pidió el Sr Hitme.

Gregory levantó la mano.

-¿Sr. Stewart?-apuntó con la regla.

-Es posible que la persona que sufriera agresividad fuese por la razón de que esté enfermo, no sé como una persona bipolar.

-Sí eso es cierto, Sr. Stewart.-el Sr. Hitme bajó la regla.- Pero, una persona no tiene que sufrir ningún problema patológioco para volverse agresivo.

-Tal vez.-empecé.- Puede que la persona esté en un momento complicado: la economía, los problemas familiares...Aunque también es posible que esa persona tome ciertas sustancia ilegales.

-Sí, muy bien Sr. Carter.-me miró un poco de reojo.- También la persona podría ser agresiva porque había imitado a alguien agresivo...Una persona que estuviese en su día a día. Bueno, sigamos. Hay cuatro tipos de agresión... Fyckovic, dígame alguno.

Anne miró atentamente al profesor, todos los gestos que hacía eran sensuales y agraciados como los de una modelo.

-Agresión indirecta.-dijo como si fuese fácil.

-Muy bien.

El Sr. Hitme lo apuntó en la pizarra. Cuando terminó, se giró y me miró.

-¿Carter?

-Física, verbal y facial.-dije como si nada.

-Excelente, Sr. Carter.-los apuntó en la pizarra.- Le tendré en cuenta a la hora de poner sus notas.

El Sr. Hitme se giró y siguió apuntándo cosas en la pizarra. Mientras escribía estuve pensando...¿Agresión indirecta? ¿Por qué había dicho esa? Era más fácil decir la física o la verbal...pero la indirecta es un poco...olvidada. Es posible que Anne se acordara de esa por alguna razón...¿Había tenido a alguien agresivo en su vida anterior? ¿O tal vez solo me estaba poniendo melodrámatico? Es posible que ella se acuerde porque era la primera que se le vino a la cabeza...¿pero si no era así? Miré a Anne mientras ella escribía, parecía tranquila...demasiado tranquila. Entonces, me miró y sonrió...Se había dado cuenta de que la examinaba, instintivamente, aparté la mirada y volví a dedicarme a mis apuntes.


lunes, 20 de junio de 2011

Capítulo 2.

Respiré el aire contaminado que había en la calle, se supone que "Zorro azul" iba a aparecer. Zorro azul era mi principal contacto cuando hablaban de los alumnos fuera del instituto. Vi una figura a lo lejos de alguien de estatura media encapuchada con una sudadera azul oscura. Por eso se hacía llamar "Zorro azul", no sabía con claridad si era un chico joven o un viejo pervertido que perseguía a las animadoras del instituto. Pero mientras me diese la información me bastaba. Se puso en frente mía y me dio un sobre grande. Zorro azul desapareció sin más, no solía hablar mucho porque su identidad era secreta. Fue muy difícil empezar a negociar con él. Además utilizaba algún programa para que su voz sonase grave. Me preguntaba que habría en el sobre que fuese tan interesante. Zorro azul me había enviado un mensaje por el movil, algo que me había extrañado...a no ser que fuese muy interesante. Abrí el sobre y saqué un papel de un periódico.

                   Chica de 16 años es asesinada en la calle.
Lian Xi, una joven de 16 años, fue encontrada en el barrio de Chinatown el día 23 de Noviembre. Un hombre estaba sacando a su perro cuando la encontró totalmente quieta, pálida y con un mordisco en el cuello. No había sangre, por lo que es posible que se extrayera la sangre para, tal vez, venderla en bancos de sangre. Los forenses están haciendo todo lo posible para encontrar huellas, pero por ahora no hay ninguna en el cuerpo.

¿Por qué Zorro azul me había enviado esto? Tal vez tuviese un doble sentido, como aquella vez que solo me dio 20 dólares y me di cuenta que era para sobornar a alguien. Pero esto...¿qué sentido tenía? Paseé hasta que encontré mi coche y me subí en él. Bueno, llamarlo coche es ponerle imaginación porque en realidad es una chatarra que no puede correr a más de 80 kilómetros porque sino se rompe en motor, una mierda de coche. Fui despacio hasta mi barrio, yo vivo en Queens que está en Nueva York claro está. Queens es el barrio más tranquilo que hay de Nueva York y el más alejado de la ciudad. En Queens vive el prototipo "americano que busca tranquilidad". Tranquilidad es lo que más odio, puesto que me gusta entrar a la acción siempre. Iba por la carretera intentado encontrar mi casa blanca de millones de casas blancas, de pronto, apareció una figura en la carretera, lo que me obligó a parar. Salí del coche para ver si había dado a alguien o solo era una ardilla, apuesto por la ardilla. Cuando llegué a la parte de delante me encontré con una pequeña sorpresita. Era Anne que cogía algo que se le había cogido...

-Mira por dónde vas, ¿de acuerdo?-me dijo.

-Claro, aunque estabas corriendo ¿no?-pregunté.

-No, claro que no.

Recogió una pelota y se la lanzó a unos niños que esperaban a que Anne les diese el balón. Había pasado por la carretera para coger una pelota a unos niños, no tiene sentido. Anne me miró y sonrió.

-Qué raro encontrarte por aquí.-dijo examinándome.- ¿Has venido a preguntar a alguien sobre un caso?

-La verdadera cuestión es si tú has ido por eso.-dije.- Yo vivo aquí.

Anne puso los ojos en blanco, estaba impresionada de que viviese en Queens.

-¿El metomentodo activo vive en un barrio tranquilo? No me lo puedo creer.

-Pues créetelo.-miré el reloj.- Ahora, sino te importa, tengo que volver a mi casa.

Me giré y me volví hacia el coche, cuando fui a abrirlo no pude hacerlo. Estaba atrancado, mierda de chatarra.

-He oído por ahí que tienes un nuevo caso.-dijo de pronto Anne.- ¿De qué se trata?

-Y a ti te lo voy a contar.-dije intentando abrir la maldita puerta.

-Dicen que intentas descubrirme.-utilizó sarcasmo cuando dijo la palabra "descubrirme".

-Ya sabes lo chismosos que son los compañeros.-la puerta seguía sin abrirse he intenté abrirla a patadas, pero nada.- Y no hago ni puñetero caso a mi editora. Además ahora mismo trabajo en un caso que me acaban de dar hoy un contacto.

-¿Qué tipo de caso?

-¿Por qué quieres saberlo?

Anne me miró fijamente con sus ojos verdes, eran más siniestros cuando comenzaba a atardecer. Desvió la mirada y se despidió. Se fue por el sitio contrario, ella no era de Queens. Había venido aquí solo para espiarme. Por la forma que me había mirado antes parecía que le había cortado el paso a Anne, mejor para mí. Cuanto menos supiese  más ventaja tendría yo a la hora de investigarla. Creo que la única forma de que ella no me descubriese era mantenerme neutro, muy pocas veces utilizo esa táctica. Abrí la puerta con normalidad...¿Ahora se abría con facilidad la puñetera puerta? ¡¡Maldita sea!! Me subí sin darle más vueltas y volví a casa. Cuando entré me encontré a mis padres echándole la bronca a Jim, mi hermano peqeuño.

-Un cero en geometría, ¿no te da vergüenza?-preguntó mi padre a Jim con los brazos cruzados.

-Se me da mal las áreas, ¿qué se le va a hacer?-dijo Jim con tono relajado.

-¿Estás tranquilo?-preguntó mi padre incrédulo.- Es posible que te dé un tortazo ¿sabes?

-Papá.-intervení.- Ya me encargo de Jim.

-Todo tuyo, parece que solo te hace caso a ti.-dijo mi padre frustrado.

Miré a Jim y le hice una señal para que subiésemos. Subimos por las escaleras en silencio y después entramos en su habitación. La habitación de mi hermanito está llena de ordenadores, televisores...como un informático experto. Todo el material había sido conseguido con su propio sudor, claro está. Dejé mi macuto en su cama y me senté en ella. Jim se sentó en una silla y cruzó los brazos.

-¿Madeleine?-pregunté.- ¿Le has pasado el examen a Madeleine?

-Sí.-dijo cabizbajo Jim.- Sus padres la castigarían si no sacaba notas excelentes y a ella se le da mal geometría...

-¿Era un diez?

-Era un diez.

Suspiré y miré para otro lado. Madeleine era la compañera de instituto de mi hermano, porque Jim tenía 14 años y también iba al instituto. Madeleine es una frágil chica pálida, de pelo negro, ojos turquesas, delgada y bonita. Lo que pasaba era que sus padres la pegaban cada vez que no sacaba notas excelentes. Jim es como un superdotado y por eso, de vez en cuando, le pasa el examen a Madeleine y esta había sido una de las veces. Cualquier persona que nos conociera sabía que Jim y yo erámos clavados, decían que Jim era un "yo" pequeño. Lo que pasa es que mi hermano es muy bueno con la tecnología y yo con la investigación, de vez en cuando nos sincronizamos. Cuando lo hacemos, aquella persona que investigamos ya puede salir corriendo porque somos un problema juntos.

-¿Dónde has estado?-preguntó Jim.

-Ha unos cuántos kilómetros de aquí, en la fábrica Wester.-dije.

-¿Qué te ha dado Zorro azul?

Mi hermano no tenía secretos míos, ni yo los tenía de él. Si queríamos llevarnos bien solo confiábamos el uno del otro, como buenos hermanos. Saqué el trozo del periódico y se lo di a Jim. Éste lo leyó meticulosamente, pero antes él se puso las gafas para leerlo bien. Jim es miope, es lo único en lo que nos diferenciamos. Cuando terminó de leerlo, me lo dió y se colocó en su "trono". Su trono es su silla que le sirve para moverse solo impulsándose con el pie, una silla de oficina normal, lo que pasa es que lo utiliza mucho debido a que está con el ordenador.

-El periódico me suena a uno que lee papá a menudo.-dijo.- ¿New York Times?

-No, creo que es uno más informal por las letras...y por el contenido.

-Pero esa chica me suena ese nombre.-se rascó la barbilla.- Voy a buscarlo un momento.

Jim cogió uno de los teclados que tenía y empezó a teclear con mucha rapidez. Mi hermano puede conseguir las 15 palabras en cuatro segundos, es realmente increíble. Mientras tanto volví a leer el artículo, seguía sin entender por qué Zorro azul me mandaba aquello, no tenía sentido en absoluto. Jim levantó la mano y me acerqué a él.

-¿Qué tienes?-pregunté

-Lian Xi, iba a nuestro instituto, por eso me sonaba de algo.-dijo ajustándose las gafas.- Era de un curso superior al mío.

-Por eso a mí no me sonaba.-dije.- Creo que las únicas personas que tengo en cursos inferiores sois tú y Madeleine.

-Pero leíste su expendiente.

-Lian Xi...-intenté recordar.- Ah, sí. No la llamaban la prostituta por nada.

-¿Prostituta? Se acostaba con...

-Hombres y algunas veces con mujeres. Menos mal que nunca tuve que acercame a ella.

-Ni yo, ¿cuándo fue la última vez que la viste?

-Era de un curso superior al tuyo, yo debería preguntarte eso a ti.

-Pero leíste su expediente.

-Creo que tenía una hermana gemela...Nya Xi.

-Nya Xi, la conozco.

-¿De qué?

-La veo de vez en cuando en la biblioteca, es una chica inteligente y apartada.

-Sí, creo que vi en su expediente que sacaba matrículas de honor en todo.

-Yo si no pasase exámenes también lo sacaría.

-Tal vez debería hablar con ella mañana.

-Buena idea.

jueves, 16 de junio de 2011

Capítulo 1

-Dicen que está loca.-dijo uno de los compañeros.
-Yo he oído que su familia pertenece a la mafia.-dijo una compañera chismosa.

Todos hablaban de una chica en común: Anne. Anne era una chica recatada, inteligente y muy bella. Pero, era muy siniestra...como una muñeca de porcelana en una película de miedo. Además, ya han pasado mucho tiempo y ni siquiera sabíamos dónde vivía o cómo era. Ella era como mi "artículo especial" para el periódico. Sé que no debería hurgar en las cosas de otras personas, pero mi editora me obligó  hacerlo. De lo contrario amenazaba con quitarme el puesto del periódico. La verdad es que tenía cierto misterio que deseaba descubrir.

-Roland estaba haciendo un artículo sobre ella, ¿verdad?-preguntó una compañera.

De pronto todos me miraron como si fuese un corderito y ellos los osos gigantes que quieren atacarme. Todos se acercaron a mí con un aire detectivesco. Tanto que se podría decir que parecían los detectives de una película mala de misterio. Todos me miraban con los ojos muy abiertos, pero yo actuaba con normalidad. Yo intimido, pero no soy intimidado. Solo esa Anne produjo ese efecto en mí, de ser intimidado...Anne no es una joven normal. Ella era realmente hermosa; con su pelo rubio, sus ojos verdes y su tez pálida provoca que todos los chicos se acerquen a ella. Se acercan pero en seguida se alejan, porque Anne tiene una mirada, una sonrisa, un párpadeo...inquietante.

-Dime lo que sabes.-preguntó uno de los compañeros señalándome con el dedo.

-Me habeís pillado.-sonreí.- El otro día me comí el último donut...

Todos se miraron extrañados. Primera táctica: Confundir a tu presa.

-¿Qué donut?-preguntó una chica.- No, en serio, dinos lo que sabes...

-Lo que sé...¿sobre qué?

Segunda táctica: Hacerme el tonto.

-Sobre esa tal Anne.-me respondió la chica.

-¿Cómo te llamas?-pregunté.

La chica me miró confundida. Tercera táctica: atacar a los más fuertes.

-Lisse.-me contestó.- Pero eso no importa porque...

-Mira Lisse.-la miré a los ojos.- No tengo ni puñetera idea de Anne Fyckovic.

Cuarta táctica: Puñalada por la espalda.

-Pero, te diré que si tanto quieres saber sobre Anne...-la miré de nuevo.- ¿Por qué no se lo preguntas, Lisse Collins?

Me levanté y me puse en otra mesa. Lisse se quedó pasmada y los demás también. Quinta táctica: Rematar.

Lisse Collins era la niñita popular del instituto. También era mi "adorada" editora. Sí, la que me encargó hacer el especial. Me sé todos los alumnos del instituto...sé su edad, su altura, su peso, sus costumbres...lo sé todo menos de Anne Fyckovic. Por su apellido sonaba del norte de Europa, pero no tiene acento. Cada día crece un centímetro, y su peso es difícil de saber...sobre todo si no hay un archivo de su condición física. Después de todo, el médico del instituto es ni más ni menos que un conocido de Anne. Pensé que podría ser su padre, pero en seguida lo descarté porque tenían una mirada muy fría. Ni condición física, ni antiguos colegios...nada, era todo un misterio. Tal vez debería volver a visitar a la Sra. Mclau. Es la secretaria de los archivos de todos lo alumnos...y sin saber como...de vez en cuando se me cae dinero y a ella las llaves para la sala de archivos...No lo llamo soborno...lo llamo beneficiarnos entre nosotros. Es así de simple, pagas y te abren las puertas en todo los lados...es así como funciona todo...por dinero.

El profesor de Literatura, llegó a la misma hora de siempre: 12:00, hora de la clase. Se ajustó las gafas y sonrió.
-Espero que todos hayaís traído el trabajo de Literatura que os puse.-dijo con su sonrisa de siempre.

Conozco a los alumnos, pero también a los profesores. Michael Netmourk, 1'80 m, 150 kilos, pelo castaño casi cobrizo, ojos marrones con motitas de color miel...Lo mejor es lo que esconde, en sus años locos fue detenido por conducción ilegal...se pasó varios semáforos. Está soltero, las chicas van a por él y lo mejor...lo tengo como número en la agenda de mi móvil. Si algún día me aburro y me da por gastar bromas, tendría teléfonos de todo el instituto. Lo que odio de Michael es simplemente su sonrisa caballeresca, hace que me den ganas de potar. Michael me miró y me sonrió.

-Roland Carter.-me hizo una señal de que viniera.- Tu trabajo.

Saqué de la cartera mi trabajo sobre un libro de Aghata Cristie. Mi estilo de lectura es muy simple, siempre leo libros de estilo novela negra. Por esa y po otras razones, he conseguido ese don de saberlo todo por las pequeñas cosas y querer descubrirlo todo.  Mi columna en el periódico es de las más vistas por las chicas marujas. La razón es porque a las personas les dan por el morbo y el cotilleo. Yo estoy en contra de eso porque a mí me gusta ser más decente en todo.  Me conformo con trabajar como detective o forense dentro de unos años, suena interesante. Me levanté, le entregué el trabajo al profesor y me volví a sentar.

-Anne Fycovic.-llamó el profesor.

Una melena dorada pasó por delante mía como si fuesen unas olas, Su andar era tan perfecto, tan grácil...Era como una modelo perfecta. Anne sonrió y le entregó el trabajo al profesor. Esa sonrisa me ponía nervioso y eso nunca me ha pasado a mí. Anne se volvió a sentar, no sin antes dirigirme una mirada sensual y sonrió de forma sutil. Esas miradas...hacía temblar incluso a una chica que no fuese lesbiana. Es lo que se denomina "mirada que mata". Cuando hace eso, mi soberbia se reduce a cero y me vuelvo inofensivo. Por lo que será difícil preguntarle directamente a ella sobre su vida. Lo único que puedo hacer es el plan mofeta, un plan que apesta como las mofetas.